Hace unos poco días hizo 30 años que murió Lenon. Recuerdo ese día andando por la Plaza de la Fuente en La Alberca. Por entonces ya alucinaba con The Beatles y odiaba a Joko Ono. La sangre que fluye veloz en la juventud. Hoy sé que no es todo tan sencillo. Ya no tenemos Jokos a quién culpar, y dentro de unos días ni nos acordaremos que hay controladores aéreos.
Así que sigo buscando a "the fool on the hill" todos los días y sueño con ir a Penny Lane. Seguro que algún día lo haré y le daré un fuerte abrazo al Sargento Pimienta. Hey Jude!
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